La extraña atmósfera de Venus está repleta de nubes y las cámaras normales no pueden ver la superficie. En cambio, la nave Venus Express utilizó longitudes de onda infrarrojas capaces de atravesar las nubes: es la primera sonda espacial que produce un mapa que indica la composición química de las rocas.
Los nuevos datos son consistentes con la sospecha de que las mesetas de las tierras altas de Venus son antiguos continentes que en el pasado estaban rodeados por un océano y fueron el resultado de la actividad volcánica.
Sólo a partir de esta investigación se puede imaginar un pasado con agua líquida y rocas sólidas, en un planeta vecino que hoy en día tiene una temperatura de superficie de 460º y nubes hechas de dióxido de azufre y ácido sulfúrico.
La imagen de arriba es una comparación a escala de Venus y la Tierra; y la de la derecha, la superficie de Venus, obtenida por radar el 28 de enero de 1998 por la sonda Magallanes.