Una densa capa de humo decora la ciudad de Buenos Aires y alrededores desde ayer.
Este aire enrarecido se debe, según la mayor parte de las fuentes, a la quema intencional de pastizales en el Delta. La mayoría de los medios sostienen que se trata de "una práctica común". habitual en el campo, para liberar áreas y limpiar los campos. El Gobierno acusa en cambio “algunos productores agropecuarios” por actuar con “irresponsabilidad, con tal de maximizar ganancias”: la quema intencional tiene, según los especialistas, consecuencias ambientales: se destruye drásticamente el ecosistema del Delta para liberar terrenos dedicados al boom de la soja. (ver nota en Página 12)
Son 292 los focos de incendio, que los aviones y camiones hidrantes del Ejército y Gendarmería están dispuestos a combatir, pero no pueden por la escasa visibilidad.
Además de las consecuencias en accidentes viales y trastornos para el trasporte por la disminución de la visibilidad, están los riesgos para la salud.
El nivel de monóxido de carbono (¿qué es esta sustancia?) en el aire creció de manera exagerada durante la madrugada de hoy, llegando a 17 partes por millón (ppm), cuando el límite aceptable es 35. Recién al mediodía, la agencia de Control Ambiental dijo que los valores eran normales.
Desde el Gobierno porteño aseguran que el humo "no es tóxico", pero ¿quién puede pensar que es adecuado respirar un aire así? (además de la contaminación habitual de nuestras áreas urbanas)
¡Necesitamos aire puro!
viernes, 18 de abril de 2008
martes, 8 de abril de 2008
Caída de un "objeto del espacio"
Así definieron ayer algunos medios de comunicación la caída de un meteorito de gran tamaño.
A las 22:05 de la noche de ayer, se iluminó el cielo del Litoral, debido al resplandor que generaba el pequeño cuerpo celeste atravesando nuestra atmósfera. La fricción con el aire de nuestro planeta causa que el cuerpo, que viene a gran velocidad, se caliente, y entonces entra en ignición emitiendo luz y formando una bola de fuego o estrella fugaz.
"Algo andará pasando, andará rondando por Villaguay" (Fito Páez)
A las 22:05 de la noche de ayer, se iluminó el cielo del Litoral, debido al resplandor que generaba el pequeño cuerpo celeste atravesando nuestra atmósfera. La fricción con el aire de nuestro planeta causa que el cuerpo, que viene a gran velocidad, se caliente, y entonces entra en ignición emitiendo luz y formando una bola de fuego o estrella fugaz.
"Algo andará pasando, andará rondando por Villaguay" (Fito Páez)
lunes, 7 de abril de 2008
Soja para hoy, enfermedad para mañana
¿Bajo qué condiciones se planta soja en 16,6 millones de hectáreas de nuestro país?
Este monocultivo última moda en el agro argentino funciona sobre la base de un agrotóxico, el glifosato, denunciado por causar malformaciones a recién nacidos, abortos espontáneos, cáncer y muerte.
Miles de casos, y cientos de denuncias, se repiten desde hace diez años en decenas de provincias, pero siempre chocaron con la misma barrera legal, la falta de estudios que avalen el padecimiento campesino. Aquí, una serie de investigaciones que confirman el efecto tóxico y contaminante del glifosato, el herbicida más utilizado en la industria sojera. Todas las acusaciones apuntan al producto comercial Roundup –de la compañía estadounidense Monsanto, la empresa de agronegocios más grande del mundo–, acusado de provocar alergias, intoxicaciones, malformaciones, abortos espontáneos, cáncer y muerte. Campesinos, pueblos originarios, médicos rurales, bioquímicos e investigadores coinciden en las denuncias y responsabilizan al actual modelo agropecuario, de monocultivo, semillas transgénicas y químicos.
La soja sembrada en el país ocupa 16,6 millones de hectáreas de diez provincias y tiene nombre y apellido: “Soja RR”, de la empresa Monsanto. Se llama así porque es “Resistente al Roundup”, nombre comercial del glifosato. El químico se aplica en forma líquida sobre las malezas, que absorben el veneno y mueren en pocos días. Lo único que crece en la tierra rociada es soja transgénica, modificada en laboratorio.
Jesús María, Las Peñas, Sebastián Elcano, Villa del Totoral. Todos pueblos y ciudades del noreste cordobés sufren un nuevo embate: aviones fumigadores pasan sobres sus casas, arruinan los sembradíos, mueren los animales y la salud comienza a resentirse. “Ya hubo intoxicaciones. Después de cada fumigación tienen que ir al hospital".
Comunidades ancestrales acusan a la industria de los agronegocios de contaminar aire, agua, alimentos y suelo. Estudios médicos puntualizan en efectos agudos. “Los síntomas de envenenamiento incluyen náuseas y mareos, edema pulmonar, (...) destrucción de glóbulos rojos, cambios de coloración de piel, quemaduras, diarrea, falla cardíaca, electrocardiogramas anormales y daño renal”, asegura una recopilación de estudios realizada por el médico de la UBA Jorge Kaczewer, especializado en ecotoxicología.
Las empresas sojeras reconocen la utilización, como mínimo, de diez litros de Roundup por hectárea. Los campos argentinos fueron rociados el último año con 165 millones de litros del cuestionado herbicida. Un volumen similar al contenido en 330 mil tanques de agua hogareños.
El Grupo de Reflexión Rural (GRR) censó diez pueblos con denuncias sobre contaminación con Roundup. El caso testigo fue el barrio Ituzaingó, en las afueras de Córdoba. Allí viven cinco mil personas, 200 de ellas padecen cáncer. El barrio, humilde, de casas bajas, está rodeado de monocultivo. Al este, norte y sur hay campos con soja, sólo separados por la calle. “En todas las cuadras hay mujeres con pañuelos en la cabeza, por la quimioterapia, y niños con barbijo, por la leucemia”.
“El cáncer se ha convertido en una epidemia masiva en miles de localidades y el responsables es sin duda el modelo rural. Es una catástrofe sanitaria impulsada por las grandes corporaciones”, denuncia el GRR.
Ver nota completa de Darío Aranda en Página 12
Este monocultivo última moda en el agro argentino funciona sobre la base de un agrotóxico, el glifosato, denunciado por causar malformaciones a recién nacidos, abortos espontáneos, cáncer y muerte.
Miles de casos, y cientos de denuncias, se repiten desde hace diez años en decenas de provincias, pero siempre chocaron con la misma barrera legal, la falta de estudios que avalen el padecimiento campesino. Aquí, una serie de investigaciones que confirman el efecto tóxico y contaminante del glifosato, el herbicida más utilizado en la industria sojera. Todas las acusaciones apuntan al producto comercial Roundup –de la compañía estadounidense Monsanto, la empresa de agronegocios más grande del mundo–, acusado de provocar alergias, intoxicaciones, malformaciones, abortos espontáneos, cáncer y muerte. Campesinos, pueblos originarios, médicos rurales, bioquímicos e investigadores coinciden en las denuncias y responsabilizan al actual modelo agropecuario, de monocultivo, semillas transgénicas y químicos.
La soja sembrada en el país ocupa 16,6 millones de hectáreas de diez provincias y tiene nombre y apellido: “Soja RR”, de la empresa Monsanto. Se llama así porque es “Resistente al Roundup”, nombre comercial del glifosato. El químico se aplica en forma líquida sobre las malezas, que absorben el veneno y mueren en pocos días. Lo único que crece en la tierra rociada es soja transgénica, modificada en laboratorio.
Jesús María, Las Peñas, Sebastián Elcano, Villa del Totoral. Todos pueblos y ciudades del noreste cordobés sufren un nuevo embate: aviones fumigadores pasan sobres sus casas, arruinan los sembradíos, mueren los animales y la salud comienza a resentirse. “Ya hubo intoxicaciones. Después de cada fumigación tienen que ir al hospital".
Comunidades ancestrales acusan a la industria de los agronegocios de contaminar aire, agua, alimentos y suelo. Estudios médicos puntualizan en efectos agudos. “Los síntomas de envenenamiento incluyen náuseas y mareos, edema pulmonar, (...) destrucción de glóbulos rojos, cambios de coloración de piel, quemaduras, diarrea, falla cardíaca, electrocardiogramas anormales y daño renal”, asegura una recopilación de estudios realizada por el médico de la UBA Jorge Kaczewer, especializado en ecotoxicología.
Las empresas sojeras reconocen la utilización, como mínimo, de diez litros de Roundup por hectárea. Los campos argentinos fueron rociados el último año con 165 millones de litros del cuestionado herbicida. Un volumen similar al contenido en 330 mil tanques de agua hogareños.
El Grupo de Reflexión Rural (GRR) censó diez pueblos con denuncias sobre contaminación con Roundup. El caso testigo fue el barrio Ituzaingó, en las afueras de Córdoba. Allí viven cinco mil personas, 200 de ellas padecen cáncer. El barrio, humilde, de casas bajas, está rodeado de monocultivo. Al este, norte y sur hay campos con soja, sólo separados por la calle. “En todas las cuadras hay mujeres con pañuelos en la cabeza, por la quimioterapia, y niños con barbijo, por la leucemia”.
“El cáncer se ha convertido en una epidemia masiva en miles de localidades y el responsables es sin duda el modelo rural. Es una catástrofe sanitaria impulsada por las grandes corporaciones”, denuncia el GRR.
Ver nota completa de Darío Aranda en Página 12
jueves, 3 de abril de 2008
Europa preocupada por caos climático
Un alarmante informe elaborado por el "ministro" europeo de Exteriores, el español Javier Solana, advierte, entre otros riesgos, sobre migraciones masivas, sequías, hambrunas, cortes de suministros energéticos y conflictos bélicos por el control de los territorios con recursos.
Las 11 páginas del informe de Solana son un catálogo de los horrores a los que se enfrentará el planeta en las próximas décadas. Estima que ya es imposible detener un aumento de 2 grados en la temperatura global y advierte que si el aumento fuera superior, se desencadenarían nuevos cambios, "más rápidos, irreversibles e imprevisibles". El informe explica una serie de amenazas provocadas por fenómenos que ya se producen, como el aumento de las temperaturas y el deshielo de los casquetes polares. Tras recordar que en muchas regiones ya se produce una disminución del suelo cultivable, escasez de agua, disminución en los suministros de alimentos e inundaciones y sequías, considera que se reducirá el agua dulce disponible "hasta un 30% en algunas regiones", caerá la producción agrícola y se elevarán hasta cotas insostenibles los precios de los alimentos "en todo el planeta".
Inundaciones: sobre todo China, India, Centroamérica y el Caribe podrían ver regiones enteras anegadas, dando lugar a movimientos masivos de "migrantes climáticos".
También se advierte que los sectores más desfavorecidos de la población mundial serán quienes más sufran el empeoramiento de las condiciones sanitarias, alimentarias y de exclusión social, generando migraciones millonarias.
El reporte, que parece destinado a movilizar a los gobiernos europeos a hacer grandes inversiones para frenar el calentamiento climático en momentos en que las perspectivas económicas no son buenas, reconoce que Europa sola no podrá frenar estas dinámicas y aboga por un esfuerzo en la ONU y el compromiso de los grandes contaminantes, EE.UU y China.
¿Qué esperan para dejar de maltratar el medio ambiente?
Las 11 páginas del informe de Solana son un catálogo de los horrores a los que se enfrentará el planeta en las próximas décadas. Estima que ya es imposible detener un aumento de 2 grados en la temperatura global y advierte que si el aumento fuera superior, se desencadenarían nuevos cambios, "más rápidos, irreversibles e imprevisibles". El informe explica una serie de amenazas provocadas por fenómenos que ya se producen, como el aumento de las temperaturas y el deshielo de los casquetes polares. Tras recordar que en muchas regiones ya se produce una disminución del suelo cultivable, escasez de agua, disminución en los suministros de alimentos e inundaciones y sequías, considera que se reducirá el agua dulce disponible "hasta un 30% en algunas regiones", caerá la producción agrícola y se elevarán hasta cotas insostenibles los precios de los alimentos "en todo el planeta".
Inundaciones: sobre todo China, India, Centroamérica y el Caribe podrían ver regiones enteras anegadas, dando lugar a movimientos masivos de "migrantes climáticos".
También se advierte que los sectores más desfavorecidos de la población mundial serán quienes más sufran el empeoramiento de las condiciones sanitarias, alimentarias y de exclusión social, generando migraciones millonarias.
El reporte, que parece destinado a movilizar a los gobiernos europeos a hacer grandes inversiones para frenar el calentamiento climático en momentos en que las perspectivas económicas no son buenas, reconoce que Europa sola no podrá frenar estas dinámicas y aboga por un esfuerzo en la ONU y el compromiso de los grandes contaminantes, EE.UU y China.
¿Qué esperan para dejar de maltratar el medio ambiente?
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