Una densa capa de humo decora la ciudad de Buenos Aires y alrededores desde ayer.
Este aire enrarecido se debe, según la mayor parte de las fuentes, a la quema intencional de pastizales en el Delta. La mayoría de los medios sostienen que se trata de "una práctica común". habitual en el campo, para liberar áreas y limpiar los campos. El Gobierno acusa en cambio “algunos productores agropecuarios” por actuar con “irresponsabilidad, con tal de maximizar ganancias”: la quema intencional tiene, según los especialistas, consecuencias ambientales: se destruye drásticamente el ecosistema del Delta para liberar terrenos dedicados al boom de la soja. (ver nota en Página 12)
Son 292 los focos de incendio, que los aviones y camiones hidrantes del Ejército y Gendarmería están dispuestos a combatir, pero no pueden por la escasa visibilidad.
Además de las consecuencias en accidentes viales y trastornos para el trasporte por la disminución de la visibilidad, están los riesgos para la salud.
El nivel de monóxido de carbono (¿qué es esta sustancia?) en el aire creció de manera exagerada durante la madrugada de hoy, llegando a 17 partes por millón (ppm), cuando el límite aceptable es 35. Recién al mediodía, la agencia de Control Ambiental dijo que los valores eran normales.
Desde el Gobierno porteño aseguran que el humo "no es tóxico", pero ¿quién puede pensar que es adecuado respirar un aire así? (además de la contaminación habitual de nuestras áreas urbanas)
¡Necesitamos aire puro!
viernes, 18 de abril de 2008
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