martes, 1 de julio de 2008

Intimidad genética

Varias empresas compiten por ofrecer secuencias de genoma completo por 1.000 euros
Una vez interpretada la información que contiene, al menos hasta el nivel que permiten los conocimientos actuales, con esa secuencia se podría conocer el riesgo de padecer determinados tipos de cáncer, enfermedades neurodegenerativas y cardiovasculares o diabetes, entre otras dolencias. También, por qué no, se podrían averiguar los detalles médicos sobre los antepasados de una persona.
Pero, ¿qué información se obtiene hoy de los genomas? En realidad, lo que en estos momentos puede leerse no es demasiado. En su mayoría, se trata de probabilidades estadísticas de padecer en algún momento de la vida, determinadas enfermedades comunes.
Pero los expertos en bioética señalan que lo principal no es tanto lo que el genoma diga "ahora", sino lo que muy probablemente dirá en un futuro no muy lejano, cuando se empiece a decodificar también la acción de redes de genes en un momento determinado del desarrollo. La generalización de la secuenciación de genomas podría llevar a la pérdida de intimidad y discriminación social
No en vano el pasado mayo fue aprobada en EE.UU. el Acta de No Discriminación por la Información Genética (GINA, siglas en inglés), que prohíbe el uso inadecuado de este tipo de información a las compañías de seguros y las relaciones laborales. En concreto, no permite a las aseguradoras subir las primas o denegar cobertura a alguien con mayor predisposición genética a padecer una enfermedad en el futuro, por ejemplo. Tampoco pueden los empresarios basarse en los genes para decidir contratar, despedir o promocionar a un empleado.
¿ Determinismo genético, se viene?
Ver la nota madre

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